martes, 25 de octubre de 2011

Introducción

La Gramática tradicional y las diversas corrientes lingüísticas consideraban la oración como la máxima unidad de descripción lingüística. Sin embargo, a partir de los años 70 se abre paso un nuevo enfoque que incorpora la vertiente pragmática. Se observa que el discurso o texto en el que se articulan enunciados sucesivos se aglutina en un todo con una significación global.
Así, todo producto de un discurso es susceptible de ser texto siempre que se cumplan ciertas condiciones de textualidad que son reconocidas implícita o explícitamente por los hablantes y permiten que ese producto verbal sea un texto. Estos requisitos son:
  • El texto debe ser una unidad de comunicación.
  • Unidad integrada por secuencias lingüísticas.
  • Tener un cierre semántico.
  • Los enunciados deben estar relacionados en función de unas normas.
  • Debe ser coherente.